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Mensaje  Belkis Carrera Jue Abr 12, 2012 6:51 pm






REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PROGRAMA INTERINSTUTCIONAL
DOCTORADO EN EDUCACIÓN






LA COMPLEJIDAD DE LO EFÍMERO
AUTOR GABRIEL UGAS FERMÍN




Integrantes:
Carrera, Belkis




Barquisimeto, Marzo del 2012
La Complejidad De Lo Efímero

Se entiende como lo efímero algo de poca duración y lo complejo como algo complicado. La complejidad de lo efímero es un elemento de la cotidianidad que se nos hace invisible por lo consuetudinario de su presencia. Por ello, plantearnos la complejidad del efímero es una vía para enunciar las condiciones de su efectuación al ser un ejercicio de pensamiento que afronta en encuentro entre acto e idea para analizar aquello que pasaba inadvertido.
La complejidad es un modo de pensar que nos refiere a la comprensión de un objeto o situación que amerita un esfuerzo intelectual del que piensa, de esta manera, en la construcción del conocimiento es una categoría a partir de la cual algo se explica, por eso es una comprensión de lo real, no una disciplina, tampoco es una metodología, dado que la complejidad articula lo desarticulado sin desconocer sus distinciones, en un sentido epistemológico, la complejidad es comprender la concurrencia, el antagonismo y la complementariedad de los contrarios al conjugar certeza con incertidumbre.
Por su parte, lo efímero no es un hecho aislado, está en el flujo social, es un elemento del devenir que expresa la condición de afectar y ser afectado. En su complejidad, lo efímero contiene elementos para interpretar el curso de los acontecimientos cuando en ellos surge la emergencia de nuevas realidades que se dan aquí y ahora. Lo efímero se expresa en niveles de complejidad variable inherentes a los elementos que condensan ideas y significaciones en el sistema organizado de informaciones, nociones, opiniones y actitudes que generan una visión de la realidad. Esos elementos constituyen mecanismos psicosociales que rigen la formación y organización de ciertas determinaciones espacio-temporales.
Por otro lado, lo efímero entendido como el contenido de una actualidad inscrita en el proceso de toda historicidad, es un presente recurrente que se expresa en el instante, el momento y el ahora los cuales constituyen una aprehensión del espacio-tiempo en su diferencialidad cotidiana: el instante, como un continuo donde el pasado es un presente que ha sido y el futuro un presente que aun no es; el momento, considerado como el movimiento del antes y el después, da lugar al tiempo de la sucesión, vale decir, el ahora, como el límite entre pasado y futuro, el comienzo de un tiempo y el fin de otro, o más exactamente, el ahora es el límite extremo del pasado y el limite inicial del futuro, por ello, de suyo el ahora es el cambio que se produce en el intervalo.
En este sentido, la complejidad de lo efímero vehicula representaciones que constituyen el carácter colectivo del imaginario conformando mentalidad, visión del mundo, creencias, mitos e imagines contenidas en las formas colectivas de pensamiento y acción; por ello, lo efímero se constituye como un modo de conocer que se expresa en relaciones cognitivas, vinculadas al contexto por las interacciones sociales. Lo efímero constituye un punto de vista donde la causalidad se muestra simple, exterior y no lineal; en ella el efecto hace bucle con la causa y retroactua sobre la causa: la endo-exo-causalidad (Morín). Ese proceso de recursividad organizacional se refiere a procesos en los cuales los productos y los efectos son necesarios para su propia producción. El producto es al mismo tiempo el productor.
Además, lo efímero incorpora saberes a los eventos cognitivos que se producen individual o socialmente (por ej. Ciencia e ideología) con ciertas características que pueden ser explicadas a través de la triangulación de sus elementos en conflicto: el ego, el alter ego y un objeto real o simbólico.
La complejidad de lo efímero no aborda problemas, expresa problemáticas. Plantear un problema es una condición de la investigación, no un objeto de estudio. Una problemática induce a una reflexión que genera preguntas distintas respecto a la cotidianidad para dar lugar a nuevas configuraciones en el pensamiento y nuevas posibilidades de conocer, es preguntar por aquello que pasa y nos pasa, es abrir una fisura en el presente para generar lo nuevo y lo diferente en el estado de cosas existentes.
Entonces, pensar una problemática implica la irrupción de una diferencia en su singularidad al percatarnos de los medios que le dan expansión. Se instaura así un plano de problematización que reúne distintos niveles de investigación: un primer nivel crítico corresponde al análisis de las relaciones de los elementos que la conforman; el segundo nivel, focaliza los nudos temáticos que la atraviesan transversalmente en función del acontecimiento; y el tercer nivel, consiste en la racionalidad que la explica al expresar modalidades existenciales que involucran el modo y la manera de pensar, en relación consigo mismo y los demás.
Teniendo en cuenta lo anterior, la complejidad de lo efímero-como problemática- es un componente del proceso de producción de conocimiento, en tanto constituye una forma de saber practico que concierne a la experiencia directa o indirecta de acciones socialmente pertinentes, es decir, suscita tomas de posición e intercambios en el contexto, expresa un ambiente intelectual y material que incide en la interpretación cuando enunciamos ideas acerca de lo real; mientras que, lo efímero en su complejidad expresa una concepción del cómo se produce un acontecimiento constitutivo de lo real.
La complejidad de lo efímero es una forma de apropiación y elaboración de la realidad; su contenido interpreta lo real de una manera particular, pues al ser socialmente generada de ella se deriva funciones que expresan un modo de pensar el contexto social (material e ideal) orientado por un modo de pensar acorde con las vivencias que generan visiones y guían la acción cotidiana. Por ello, la complejidad de lo efímero otorga un sentido a la realidad, incorpora nociones y produce representaciones en los cuales se reconoce una colectividad.
También, la complejidad de lo efímero expresa una forma de pensamiento socialmente orientada hacia la comprensión social de la experiencia cotidiana. Sirve de guía para la acción e instrumento de lectura de la realidad en tanto caracteriza un estado de cosas inherentes al acontecimiento, el cual es una sincronización casual de sucesos pertenecientes a procesos que se dan en sistemas hasta ese momento no relacionados, pero que entran en contacto causal a través de la interpretación de esos sucesos.
Es decir, la complejidad de lo efímero remite a un espacio sociocultural al ser una singularidad histórica. Desde esta perspectiva, permite elaborar esquemas organizadores y referencias intelectuales de la vida social, a través de un doble aspecto: como producto-constituido y como proceso-constituyente. El primero se refiere a la disposición y arreglo de contenidos (ideales, imaginarios, simbólicos) que son localizables a través de diferentes soportes, generando dispositivos materiales que se vehiculan en la sociedad como proceso-constituyente a través de diferentes canales: conversaciones, medios, instituciones, etc.
Los elementos de significación e interpretación, presentes en el contenido de lo efímero, se expresan a través de las dimensiones: actitudinal, cognitiva e imaginativa. La dimensión cognitiva concierne a la información que poseen los sujetos sobre el contenido-objeto que representa lo efímero. La dimensión actitudinal es la orientación del sujeto con respecto a la idea representada, expresa la complejidad de lo efímero en su proceso de representación. La dimensión imaginativa nos refiere a los su proceso de objetivación, vale decir, la operación imaginante de lo efímero en su complejidad. Estas dimensiones permiten comparar los contenidos inherencia a partir de los efímero, dada por la necesidad de los individuos o grupos para obtener el reconocimiento y la adhesión de otros.
Es decir, la complejidad de lo efímero como construcción teórica implica la información que se produce, circula y consume en un contexto, que el individual-colectivo selecciona sobre la base de criterios culturales y en función de criterios normativos. Las nociones seleccionadas forman un núcleo figurativo que reproduce una estructura conceptual, donde los elementos reales tienen una fuerte resonancia existencial (p. e. el inconsciente evoca lo involuntario, lo escondido) así, los elementos figurativos devienen en entidades cognitivas que cada uno observa en sí mismo y en los otros, cuando estos adquieren el estatus de evidencia.

Tríadas Conceptuales Para Abordar Lo Real

Dadas las posibilidades que tiene el hombre para explicarse a sí mismo y a su entorno, podríamos establecer una secuencia de carácter práctico: el hombre está en el mundo y lo conoce, al conocerlo tiene posibilidades de pensarlo y para interpretarlo tiene que reflexionarlo. Aquí tendríamos una primera tríada: conocer, penar, reflexionar.
La concepción empírica genera una idea de la naturaleza que instala una modalidad de pensamiento cognitiva y representacional, la cual opera como codificación de vida.
Las nuevas formas de conocer nuestra realidad: fáctica, social, simbólica, intelectual, mística y virtual generan diferentes racionalidades. Así, los discursos contienen mensajes en los cuales hay implícitas tres opciones: intencionalidad, argumentación y sentido.
En este capítulo se habla del razonamiento, de la inferencia como el del razonamiento deductivo es normativo, también el razonamiento inductivo, el razonamiento abductivo es conjetural. En est5e mismo orden de ideas nos planteamos interrogantes: ¿cómo pensar, conocer y reflexionar qué somos hoy, qué nos pasa?. También para producir transformaciones en los modos de pensar, sentir y vivir teniendo presente que las leyes de la lógica no son las leyes del pensamiento.
En consecuencia, pensar alógicamente es un ejercicio de pensamiento que realiza un pensar-acción en resonancia con lo que sucede, en lo que sucede.

Del Espacio-Tiempo y sus Matices

La intuición del límite y la distancia constituye una concepción topológica rudimentaria que considera la topología como una relación o entorno para establecer fronteras borrosas, límites difusos, mientras que la tipología nos refiere a clasificar un modo de ser y de pensar para establecer un ordenamiento.
Para Aristóteles el tiempo es (en sentido absoluto) número de un movimiento continuo, no de cualquier clase de movimiento. Así, el tiempo quedó unido al movimiento continuo, a la sucesión, en definitiva a la linealidad, a la cronología y a la historia.

La Diferencia en la Repetición

Hay casos en que se confunde el pensamiento de las diferencias con lo diverso, a diferencia existente entre dos o más determinaciones. Las determinaciones que emanan del principio de identidad subordinan y anulan la diferencia como la diferencia mutante. Mientras que la repetición contiene las diferencias que en las relaciones se expresan, y al ser vehiculadas esas diferencias se afirman y singularizan al realizarse en la repetición.
Por otro lado, la repetición asociada a la memoria se vuelve monótona si solo trae recuerdos. Es necesario estimular el surgimiento de una repetición que transporte la creatividad.
Pensar la diferencia es distinguir las modalidades que se dan a partir de la expresión de las cosas y sus representantes, en tanto las diferencias constituyen resonancias al pensar la forma y a la determinación que aluden a una condición de lo dado. Por ello, la diferencia tiene que ser pensada según se dan diferencias en la repetición.

El Acontecimiento

Un acontecimiento expresa y actualiza múltiples dimensiones que se dan al unisonó. Captar esas dimensiones es experimentar la propia existencia en la relación a los demás y al mundo.
Por otro lado, los acontecimientos son problemáticas problematizantes que generan problematizaciones. Lo subjetivo capta la especificidad inmanente que se relaciona en un aprendizaje constante.

Las Singularidades

Las singularidades constituyen cúmulos relacionales y determinaciones espacio-temporales que integran una visión del mundo. Se concibe las singularidades como planos, como multiplicidades simultaneas de lo real, cada una efectuando su diferencia de consistencia e intensidad.
Entonces, el vínculo entre la singularidad y medio favorece la singularización en su proliferación o su repliegue, en tanto las singularidades están en resonancia constante entre sí, en comunicabilidad permanente gracias al juego proliferante de las vibraciones y resonancias del pensamiento.
Es decir, las singularidades despliegan su potencia mediante procesos de subjetivación que generan modos de vida, modos de existencia, planos objetivos que coexisten entre sí.

La Subjetividad

El concepto de subjetividad tiene un sentido próximo a modo de existencia, remite al modo de pensar, sentir, actuar y de la relación que cada uno realiza consigo mismo, con los demás y con el universo. Pensar la subjetividad es crear las condiciones para el desenvolvimiento de pensamiento inmanentes, como expresión de singularidades capaces que la constituyen, de allí la necesidad de un desplazamiento, de un ejercicio de pensamiento en relación a los acontecimientos.
También, la subjetivación se vuelve sujeción cuando el sujeto no teniendo capacidad discriminativa, se aferra al otro mediante la dependencia que impone el saber, también sujeción a sí m ismo y obediencia a la que considera su conciencia.
Para Kant, es la subjetividad la que explica cómo es posible un conocimiento científico en general y una ciencia determinada, en particular.
Pensar quienes somos trae consigo la cuestión de la subjetividad y los modos mediante los cuales se producen sujetos. El sujeto deriva entonces de ciertos modos específicos de subjetivación, el punto focal es el de su producción, el efecto de implementar técnicas precisas y modos de producción subjetiva. Por ello al subjetividad pregunta bajo qué condiciones se producen sujetos-sujetados, apegados a una representación abstracta, a una identidad de sí mismo, vale decir sujetos-sujetados a sí mismos mediante la constitución de una autoconciencia, de un conocimiento de sí, regido por ciertas prácticas discursivas.

El Pensamiento Volumétrico

Pensamiento y conocimiento conforman una relación epistemológica a partir del plano de inteligibilidad teórico-práctico que lo constituye.
Entonces, pensar es experimentar. El pensar que se realiza bajo presión o necesidad se vuelve experimental. Se distingue de lo fortuito e inevitable de las verdades sometidas a la duda, pues siempre se tiene la impresión que habrían podido ser de otra manera.
Pensar volumétricamente es una modalidad de pensamiento propiciada por la emergencia de la racionalidad emergente como consecuencia de estar insertos en la cibersociedad, lo cual implica experimentar nuevas configuraciones conceptuales a fin de expresar lo que acontece en el espacio-tiempo que se vive y la época que se cruza.
Además, el pensamiento volumétrico es un enunciado que plantea como problematización a la mutación en el ejercicio del pensamiento que genera un nuevo modo de pensar los nudos temáticos constituyentes de la racionalidad epocal. Este constituye una dimensión de la singularidad que se capta en su ejercicio y en sus efectos.
En este sentido, el pensamiento volumétrico es un pliegue, repliegue y despliegue del acto de conocer, pensar y reflexionar lo que ocurre en el aquí y el ahora.

Orden, Desorden, Organización

El orden normal de descripción en física es el cartesiano, en el que tomamos una parrilla de ejes y decimos que todos los puntos están totalmente fuera uno del otro y solamente tenemos una relación continua. En el orden plegado no hay tiempo ni espacio. El orden plagado puede manifestarse eventualmente mediante instrumentos, como el microscopio o el telescopio.
Es decir, le orden plegado no puede ser equivalente al noumento kantiano, aunque se le asemeje. El noumento siempre será lo ignoto, por definición lo no fenoménico. El concepto de orden ha sido modificado. Esta nueva mirada sobre la interacción orden-desorden tiene una consecuencia básica: el caos, contrario a nuestras representaciones, no es sinónimo de desorden, sino opuesto al determinismo y a la linealidad.
La teoría del caos también se denomina dinámica-lineal, teoría de sistemas dinámicos o metodología de sistemas lejos del equilibrio. La teoría del caos implica otros conceptos que obligan epistemológicamente a otro análisis, a una recomposición de las representaciones. Por otro lado, el caos es inherente al funcionamiento mismo de la naturaleza. El caos muestra que la ciencia no es una simple descripción de la naturaleza, sino una narrativa que toma distancia cultural. El equivalente epistemológico del caos seria la desviación, el desorden, su equivalente ontológico: la singularidad o el accidente.
La noción de complejidad está en relación con la de organización. La organización es consciente de la contingencia de su propia existencia y como no puede ni entregarla al azar ni hacerla depender de la naturaleza, sólo puede atribuirse a sí misma su génesis. Además, complejidad es así un modo de pensar la estructura misma de un sistema de pensamiento que entra a un entorno hostil para conciliar su sentido. La complejidad es el desafío, no la respuesta.












Referencias Bibliográficas


Ugas. F, Gabriel. (2010). La Complejidad de lo Efímero. Primera edición. Ediciones GEMA. Barquisimeto-Venezuela.

Belkis Carrera

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Fecha de inscripción : 17/02/2012

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